La colección que lleva por título Estoy Aquí, a partir de la originalidad de sus contenidos, fantasía y valores ha enriquecido el panorama de literatura infantil. Al leerlos, no sólo llama la atención el estilo sencillo, directo, sobrio y culto, que enriquece el vocabulario del joven lector, sino también, la belleza de las imágenes y lo apasionante del relato, que hace que el lector se interese y aún, que se identifique con las correrías del protagonista, hasta el punto de vivir como propia la aventura allí narrada. Su intención es, no sólo distraerlos, sino también, darles a conocer la riqueza de la naturaleza humana, exaltar sus valores positivos y rechazar la fealdad de otras aristas no tan bellas de ella. Existe, en estos cuentos, una tercera intención que debe leerse entre líneas, con otra finalidad de mayor complejidad, como es el caso de cuentos tan bellos como Alicia en el País de las Maravillas que es la de respetar y conjugar la diferencia de los demás y la nuestra propia. Niños que son diferentes e iguales puesto que es la diferencia lo que les une y hace viajar por los derroteros interminables e irracionales de la fantasía, y el respeto. Al identificarse con el protagonista, el lector hace suyos dichos valores de lealtad, honradez, valentía y rectitud, ante sí mismo y los demás que en ellos se exaltan